miércoles, 11 de septiembre de 2013

Kruidtuin


Antes de que se acabe el verano y aunque aquí ya no vayamos a notar el calor del sol, quiero hablar de un parque que descubrí mientras caminaba sin rumbo durante mis primeros días en Leuven. 

Era viernes y todavía no había llovido. Como ya había encontrado alojamiento pero todavía no tenía las laves, salí a pasear.

Pese a que parezca imprudente o de estar poco interesada, antes de venir aquí no quise buscar mucha información o fotos para así poder sorprenderme una vez pisase suelo belga. (Ni siquiera leí los panfletos que había pedido a la oficina de turismo, simplemente los metí en la maleta.)

Pues bien, ese día miré mi mapa y dividí la ciudad en cuatro partes. Esa tarde recorrería lo que para mi era el tercer cuadrante. 

No fue así ya que a los cinco minutos de haber salido del hostal me topé con un parque. Decidí entrar y según un letrero en la puerta, pude entender que estaba en una de las entradas del Jardín Botánico o Kruidtuin, el más antiguo de Bélgica.

He de destacar que es un sitio muy tranquilo, donde puedes pasear y recrearte con sus flores, plantas, árboles e incluso animales ya que hay gallinas y panales. Por supuesto, puedes sentarte en un banco y leer o simplemente ver pasar las horas, como nos invita una de las estatuas que se pueden encontrar en él.

No me cabe duda que la naturaleza forma parte de la ciudad -de momento tengo cuatro parques públicos contabilizados- y es algo que sus gentes tienen muy interiorizado. De hecho, siempre veo macetas con plantas colgando de las fachadas o ventanas de las casas particulares y sabéis qué, abundan los geranios.
   
Me gustó mucho encontrar este oasis en medio de la ciudad al que, por cierto, ya he hecho más visitas y eso que llevo aquí sólo dos semanas. 
 
 
 



¡Hasta la próxima!


No hay comentarios:

Publicar un comentario